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Coger un taxi en el aeropuerto de El Prat pasada la media noche: una odisea y colas de 45 minutos
Una noche de 12 a 2 de la madrugada. Cualquier noche.
A la terminal 1 del aeropuerto de El Prat pueden llegar más de una veintena de vuelos en ese espacio de tiempo, según la noticia que se emitió el domingo 1 de mayo en el TN de TV3. Eso significa que centenares de personas buscan taxi para llegar hasta Barcelona o a donde se dirijan a esas hora de la madrugada.
Los taxistas denuncian las colas y el colapso, se quejan porque últimamente, sobre todo, se producen muchas y largas colas por la noche, tal como se explicaba en La Vanguardia el día 2 de mayo. El motivo de ese descontrol y de esas colas es que a las 12 de la noche los trabajadores de Aena que gestionan la asignación de taxis acaban su servicio y eso se percibe porque el aeropuerto, en esas horas, deja de tener un funcionamiento metódico, organizado, rápido y dinámico.
Los pasajeros tienen que hacer colas para conseguir un taxi pasada la media noche y las esperas pueden llegar a los 45 minutos si coincide que aterrizan varios vuelos a la vez. Es decir, un caos en toda regla que sufren los turistas y las personas que viajan por trabajo.
Se nota mucho que a esas horas no trabajan los profesionales de Aena que se encargan de organizar a la gente para que se suba a los taxis porque estas personas, durante el día, hacen que los taxis avancen más rápido. Si llega, por ejemplo, en un vuelo, una familia numerosa se encargan ellos personalmente de buscar un taxi grande para grupos y también se dedican a buscar taxis que tengan sillita para bebés si las personas que han llegado del viaje lo requieren.
Pagar con American Express y taxistas de estranquis
Cuando este personal no está trabajando pasan cosas como, por ejemplo, lo que se explica en La Vanguardia, que un turista estadounidense sólo lleve American Express y que el taxi no lo acepte porque su datáfono no permite pagar con ese tipo de tarjeta. El personal que trabaja durante el día para velar por la tranquilidad de los viajeros también controla eso, que el datáfono del taxista pueda leer esa tarjeta.
Hay quien se planta en su coche en El Prat para ofrecerse como taxista de estranquis. De todo se saca tajada en esta vida. Y es que en cuanto se retrasan un par de vuelos el número de pasajeros se multiplica y cunde el caos.
Si a esa hora se requieren más taxis desde Barcelona, además, se crean unas colas de miedo en la autopista y lo peor es en fin de semana. Asimismo, cada vez llegan más pasajeros porque la situación del covid es cada vez mejor. Así que, ante toda esta situación, Aena ha tenido que responder.
Aena, sin embargo, considera, tal como aparece en La Vanguardia, que los problemas son puntuales, derivados principalmente de algunos retrasos, y que el número de operaciones del aeropuerto no cesa de crecer, pero que aún está por debajo de los registros del 2019. A medida que se recuperen los niveles de actividad prepandémicos se reforzará este servicio y se añade que durante el día no se están produciendo más colas que antes.
Si bien eso es cierto, la verdad es que por las noches la situación que se vive en el aeropuerto de El Prat recuerda a la que se vivió en Ibiza en el inicio oficial de la temporada turística, que provocó un aumento de la llegada de turistas, especialmente, debido al festival International Music Summit. Esto generó largas colas de turistas esperando taxi en el aeropuerto de Ibiza y otros puntos de la isla, como la ciudad de Ibiza, según apareció publicado en el Periódico de Ibiza y Formentera.
José Torres, propietario de la agencia Viajes La Alegranza, indicaba en tourinews.es el pasado 9 de marzo que “en temporada alta se forman unas colas muy desagradables que, a ojos del cliente, nos penalizan como destino", refiriéndose en este caso a los aeropuertos de Canarias.
El problema es la imagen que se da al turismo y que a esa hora, cuando llegas a Barcelona, lo primero que quieres es ir a tu casa ya o llegar al hotel inmediatamente porque es tarde y tienes que descansar del viaje.