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Trucos para entrar en las salas VIP de los aeropuertos

¿Alguna vez te has imaginado cómo sería viajar con todas las comodidades? Seguro que en el aeropuerto te has fijado más de una vez en esas puertas discretas que llevan a las salas VIP, has sentido curiosidad y te has preguntado: ¿qué habrá ahí dentro?. Hay sofás mullidos, espacios relajantes y buffet libre para disfrutar lejos del bullicio de la terminal… suena muy bien, ¿verdad?.

Cuando el vuelo se retrasa, toca embarcar de madrugada o las colas parecen no acabar nunca, el aeropuerto puede convertirse en una auténtico infierno. Y es justo en esos momentos cuando las salas VIP aparecen como un oasis con sus bebidas refrescantes, café de verdad, menús con opciones para todos los gustos y, en algunos casos, hasta duchas que hacen olvidar el estrés del viaje.

Ahora bien, ¿qué tienes que hacer para acceder? La buena noticia es que no hace falta volar en primera clase ni pertenecer a la élite viajera. Existen alternativas mucho más asequibles, adaptadas a distintos perfiles; desde quienes buscan un capricho ocasional hasta trotamundos expertos que aprovechan sus programas de fidelidad.

En este artículo te vamos a contar los trucos y opciones más accesibles para disfrutar de estas salas exclusivas, donde la tranquilidad, la buena gastronomía y un relajante masaje pueden ser parte de tu experiencia antes de despegar. Porque sí, tú también eres VIP (Very Important Person)

Prepárate, porque tu próxima espera en el aeropuerto podría ser muy diferente a las anteriores.

1. Volar en business, pase asegurado

La forma más directa y tradicional de entrar en una sala VIP es volando en business o primera clase. Las aerolíneas suelen incluir este acceso como parte de la experiencia premium, aunque lo que encuentres dentro depende mucho de la compañía y del aeropuerto. Algunas ofrecen auténticos oasis de lujo, con menús firmados por chefs reconocidos, zonas de descanso exclusivas o incluso spas; mientras que otras se centran en ofrecer lo básico como sillones cómodos, snacks y bebidas.

Si viajas con un billete de business infórmate antes de qué lounge puedes usar. Muchas veces, además de las salas de tu propia aerolínea, podrás acceder a las de otras compañías que forman parte de la misma alianza internacional, como Oneworld, Star Alliance o SkyTeam.

2. Regálate un pase VIP de un día y date el gusto

Si no quieres complicarte con puntos o billetes en business, los pases de un día son tu mejor aliado. En muchos aeropuertos, y en España a través de la web de AENA, puedes adquirir acceso a la zona VIP por un precio fijo que ronda los 45 € en 2025.

La entrada te permite disfrutar de la sala durante unas horas antes de tu vuelo, con todo lo que ello implica; un espacio tranquilo para descansar, conexión Wi-Fi para trabajar, bebidas y snacks incluidos y duchas en algunas salas. Una forma sencilla de transformar la espera en un viaje mucho más cómodo desde el minuto cero.

3. Ser cliente fiel tiene ventajas exclusivas

Si eres de los que viajan a menudo, las tarjetas de fidelidad pueden convertirse en tu llave de entrada a las salas VIP. Programas como Iberia Plus o Flying Blue de Air France, entre otros, premian tu constancia con accesos exclusivos una vez alcanzas niveles Oro o Platino.

Pero si no quieres atarte a una compañía en concreto, puedes hacerte una membresía como Priority Pass o Dragonpass, que te permiten acceder a cientos de lounges alrededor del mundo sin importar con quién vueles. Según el plan que elijas, podrás disfrutar de entradas ilimitadas o pagar solo cuando las uses. 

4. Tarjetas de crédito con beneficios VIP

Una de las formas más sencillas de entrar en una sala VIP es a través de las tarjetas de crédito. El sector financiero ha convertido este beneficio en un gran reclamo, y muchas tarjetas premium incluyen accesos gratuitos o con descuento como parte de sus ventajas. 

Por ejemplo, en España, bancos como Caixabank incluyen con su Tarjeta Priority Pass tres accesos anuales a más de 1.300 salas VIP, mientras que la Tarjeta Unlimited Santander PB da acceso ilimitado a más de 1.200 salas. Lo mejor es que el tipo de billete que compres no importa, podrás entrar tanto si vuelas en turista como en business. Eso sí, antes de lanzarte a solicitar una tarjeta revisa los términos, ya que algunas ofrecen visitas ilimitadas y otras solo unos pocos accesos al año o aplican cargos adicionales. Consulta los beneficios de tu tarjeta actual, porque quizá tengas ya este privilegio sin saberlo.

Como ves, entrar en una sala VIP no es un sueño reservado solo para viajeros de élite. La próxima vez que tengas un vuelo a deshoras, una escala eterna o simplemente quieras mimarte un poco, recuerda que también puedes ser VIP por unas horas. Y si además reservas tu plaza de parking con aparca&go, empezarás la experiencia relajada mucho antes de despegar. Porque el viaje no empieza en el avión, empieza cuando aparcas.

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